El concepto de planeación proviene de la palabra planear, que es un verbo y que significa
organizar algo con anticipación a que suceda para encontrarse uno mejor preparado. La
planeación es entonces el acto mediante el cual una persona, una institución, un grupo organizan
de manera anticipada una situación, evento o acción que ya se sepa que tomará lugar con el
objetivo de hacerlo de la mejor manera posible.
La planeación es muy común en determinados ámbitos que tienen que ver con acciones a largo
plazo o acciones de cuyos resultados se deba hacer un balance. En este sentido, es común hablar
de planeación en el ámbito laboral y empresarial ya que toda institución u organización que busca
obtener ganancias debe planear con anticipación elementos tales como inversión, gastos
anticipados, tiempo de recuperación de la inversión, gastos accesorios, posibles dificultades que
limiten las ganancias, créditos, etc. Todo esto deberá exponerse en la planeación a modo de
organizar de mejor manera el desempeño y estar al tanto de las posibles consecuencias del
trabajo.
Planear nos da dirección
Diseñar un plan nos indica el camino correcto que debemos seguir para lograr lo que nos
proponemos y está ampliamente relacionado con la programación. Cuando creamos un plan de
negocios debemos establecer las estrategias a seguir, acotadas por un periodo de tiempo en los
que éstas se deberán llevar a cabo, de este modo tendremos claro lo que hay hacer cada día.
Otro aspecto importante, es que requiere que hagamos un análisis detallado de todos los recursos
que necesitamos para nuestro proyecto y buscando optimizarlos al máximo, reduciendo el
desperdicio de los mismos y evitando duplicar esfuerzos. El objetivo es tener la mayor rentabilidad
al menor costo posible, por lo tanto, aumenta la eficiencia.
Control de riesgos
Una planeación clara nos indicará por dónde debemos caminar pero, ¿qué pasa con los eventos
inesperados que pueden afectar nuestro proceso?
En cualquier proyecto que emprendamos siempre nos toparemos con la posibilidad de que ocurran
situaciones que tengan un impacto negativo y pongan en peligro su ejecución. Una planeación
detallada también implica estudiar con detenimiento todos y cada uno de los factores que puedan
impedir el éxito. Si bien hay aspectos externos que no dependen de nosotros, es importante
tomarlos en cuenta para prevenirlos y poder respetar la programación y el presupuesto destinado.
De la misma manera es necesario elaborar una estrategia de contingencia, que indique las
acciones que se realizarán para responder rápida y efectivamente ante cualquier eventualidad.
Una manera de motivarnos
Ya sea que trabajemos de manera individual o en equipo, contar con un plan es una excelente
herramienta para motivarnos, pues nos da un punto de referencia para regresar en cualquier
momento del proceso. Observar la planeación y ver lo lejos que hemos llegado es muy alentador y nos puede ayudar a determinar qué tanto nos hemos desviado de la visión original, permitiéndonos
retomar el camino.
Además de esto, este proceso promueve la creatividad y la innovación, pues nos permite expresar
nuestras ideas en la búsqueda de soluciones a los desafíos que se vayan presentando.
Si no está escrito, no cuenta
Muchos expertos coinciden en que la mejor manera de lograr lo que queremos es aterrizar nuestro
plan de acción en un papel. La mayoría de las personas solo camina sin tener un destino claro al
que quiere llegar y se sorprende cuando se da cuenta de que su vida no es lo que hubiera
esperado.
Dedicar un tiempo a crear nuestro plan por escrito vale la pena, pues nos ayuda a establecer
prioridades, y nos permite mantener un balance. Además nos hace tomar el control y la
responsabilidad de procurarnos un futuro que nos haga más felices, de modo que no lleguemos al
final del camino sintiéndonos arrepentidos de no haber hecho lo que queríamos.
El proceso de planeación puede parecer largo y tedioso, sin embargo es importante para garantizar
la ejecución exitosa de cualquier negocio o proyecto de vida. No llevarlo a cabo puede resultar, a la
larga, mucho más costoso.
Esta tema se centra en el hecho de que permite a la persona o responsable proyectar a mediano o
largo plazo la actividad a realizar, acercándose de ese modo más fácilmente a las metas y
teniéndolas vistas de manera clara y concisa, evitando a la vez proyecciones subestimatorias o
muy exageradas sobre un resultado que luego en la práctica sea de difícil logro. Muchas veces la
planeación puede tener que ser alterada debido a circunstancias ajenas o inesperadas y en ese
caso deberá ser reacondicionada de acuerdo a las necesidades y posibilidades que la situación
permita. De todos modos, seguirá permitiendo conocer cuál será el plan de trabajo aún en una
situación de excepción.
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